Hace unas semanas, mientras dormía me pasaron cosas extrañas. Cuando me desperté y me intenté levantar, no podía estar de pie con dos piernas ya que me había convertido en un caballo aunque mi cabeza seguia siendo mi cabeza y estaba incrustada en ese cuerpo de caballo.
Yo sabia que no podía Salir así a la calle y no me creía que ese fuese yo. Parecia increible que por la noche hubiera cambiado así mi cuerpo y pensé que sería un sueño. Pero me volví a dormir otra vez y volví a despertar en ese cuerpo hermoso pero en el que yo no quería estar.
No podía salir a la calle pero como me apetecía tomar el aire esperé a que anocheciese para salir a cabalgar por las calles un rato. Pero no pude salir ya que era sábado y la gente sale de marcha con sus amigos y me podian ver y, claro está, yo no deseaba perder mi reputación en este pequeño pueblote la ciudad de la Coruña. Vi un poco la tele y me quedé dormido viendo "La que se Avecina".
Al día siguiente volví a despertar con ese aspecto equino y definitivamente me di cuenta de que eso no era un sueño.
Me quede en casa viendo la tele y pensando en lo que podía hacer para distraerme pero no se me ocurrió nada, así que me quede viendo la tele.
A las dos horas mi vecina de enfrente me petó en la puerta para saber si estaba bien ya que era raro que yo no hubiese salido la noche anterior y llevaba ya dos días sin verme. Le contesté que estaba bien aunque un poco enfermo, que debía ser varicela. Así me la quité de encima.
Por la noche salí a tomar el aire ya que era domingo y la gente está en casa descansando ya que al día siguiente tiene que trabajar.
Cuando llegué a casa me eche sobre mi cama a ver la tele y me volví a quedar dormido. Cuando me desperté mi cuerpo volvia a ser mi cuerpo y así sigo llevando una vida normal en Ferrol.
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